miércoles, 21 de noviembre de 2012

Privacidad en la era del Gran Hermano tecnológico

¿Saben los chicos cuidarse cuando están en la web? Un video que concientiza a los adolescentes sobre el uso de la web y sus riesgos, hecho por el Ministerio de Justicia de la Nación.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Refugios imaginarios

Paso por aquí nuestro Blog sobre literatura


Cynthia y Giselle

A.Pizarnick

Wordle: Untitled
El derecho al delirio Eduardo Galeano

Ya está naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los cristianos es el año 1379 de los musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos. El nuevo milenio nace un primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. Y la cuenta de los años de la era cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el Papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque nadie sabe cuándo nació. El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo entero celebra y teme esta frontera.

Una invitación al vuelo

Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio. La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio. Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea.
En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible: el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se niegan a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte"; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuanto hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

Eduardo Galeano
Patas para arriba (1998)

jueves, 1 de noviembre de 2012

Paulo Freire

PAULO FREIRE


Pedagogía del oprimido, educación bancaria, educación liberadora y pedagogía de la esperanza


Realicé un punteo con los conceptos más relevantes que nos presenta este autor, me parece interesante poder reflexionar como docentes la siguiente pregunta: ¿pretendemos utilizar recursos de memorización y repetición de conceptos?.
Apuntemos a que nuestros estudiantes sean capaces de pensar por sí mismos.

Pedagogía del oprimido
  •  El individuo aprende a cultivarse a través de situaciones  de la vida cotidiana que él vive, esta aporta experiencias útiles para lograr situaciones de aprendizaje.
  • El individuo reflexiona, se va formando  a sí mismo en su interior y crea su conciencia de lucha para transformar la realidad y liberarse de la opresión.
  • El aprendizaje sistemático es luchar por la superación y la critica constructivista.
  • Los oprimidos temen a la libertad ya que dejarían un vacío (el del opresor), buscan llenarlo pero no saben como, y eso es lo que le produce temor.Los oprimidos el miedo a la liberación es el miedo a asumirla.
  • Los opresores temen en perder el derecho a oprimir que llevan a cabo.
  • Para el opresor descubrirse como tal no equivale a solidarizarse con los oprimidos, sino que solo se solidariza con los oprimidos cuando su gesto deja de ser ingenuo y sentimental y pasa a ser un acto de amor para ellos. Solo en este acto de amar se constituye la solidaridad verdadera
Educación bancaria
  • Se considera al educando como un “recipiente” de conocimientos. El educador es el que habla, sabe y escoge los contenidos.
  • El educador impone las reglas del juego, así como también su concepción al educando, de esta manera expresa una relación similar entre opresor y oprimido en la realidad social.
  • La función del educando es adaptarse al orden establecido, que se produce a través de un proceso que elimina la creatividad, la conciencia critica, imponiendo el diálogo.
Educación liberadora
  • El educador y el educando se enfrentan juntos al acto de conocer.
  • Se centra en la enseñanza – aprendizaje y hay una exposición dialógica.
  • Nadie educa a nadie, y nadie se educa a sí mismo. El hombre se educa a causa de la influencia de la sociedad o del mundo que lo rodea.
  • Se utiliza el diálogo, a través de la palabra. Reflexión.
  • El educador fomenta la creatividad y la conciencia critica en el educando.
Pedagogía de la esperanza
  • Los educadores son un apoyo para que los educandos encuentren la solución. El educador que da la solución no es progresista.
  • El ser humano es humillado, por aceptar la ideología del que lo humilla. El mundo lo niega y se produce la autonegación.
  • Cada persona tiene el “saber de la experiencia vivida” (educación) y cada persona recibe la educación de formas diferentes dependiendo de su contexto.
  • El opresor no libera ni se libera a sí mismo, el oprimido en cambio, si lucha,  libera al opresor impidiéndole seguir oprimiendo.
  • Es importante que el educador  fomente la libertad, creatividad, capacidad de elegir, etc. de los educandos.
  • Cada individuo tiene derecho a ser diferente, sin miedo a ser diferente, para poder moverse y  tener la posibilidad de que las diferentes personas crezcan juntas.



Boletín de padres

Es una historia muy interesante, que tiene como objetivo que los adultos reflexionen acerca del vínculo que tienen con los niños. Podría ser una gran actividad para trabajar en una reunión de padres.

BOLETíN DE CALIFICACIONES

Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo -“No olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria - fue lo que la maestra me había dicho un día antes.

-“¡Pues qué piensa esta maestra! ¿Cree que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30.

De ella dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!

Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, ya me imaginaba comprando esa nueva televisión con el dinero que recibiría.

Juan Rodríguez!” -escuché a lo lejos -“¿No está el papá de Juan Rodríguez?”-Dijo la maestra.
“Sí aquí estoy”- contesté pasando al frente a recibir la boleta de mi hijo.

Regresé a mi lugar y me dispuse a verla. -“¿Para esto vine? ¿Qué es esto?” La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones que había obtenido mi hijo.

De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba:

“Pero ¡si le doy todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!” Llegue , entré a la casa, azoté la puerta y grité: -“¡Ven acá Juan!” Juan estaba en el patio y corrió a abrazarme. -“¡Papá!” -“¡Qué papá ni que nada!” Lo retiré de mí, me quité el fajón y no sé cuantos golpes le di al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él.
“¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!!”-Terminé.

Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.

Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.

Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco, me dijo:

-“Léele despacio y después toma una decisión...”. Al leerla, vi. que decía: BOLETA DE CALIFICACIONES Calificando a papá:

Por el tiempo que tu papá te dedica a conversar contigo antes de dormir: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para jugar contigo: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ayudarte en tus tareas: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica saliendo de paseo con la familia 7
Por el tiempo que tu papá te dedica en contarte un cuento antes de dormir 6
Por el tiempo que tu papá te dedica en abrazarte y besarte 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ver la televisión contigo: 7
Por el tiempo que tu papá te dedica para escuchar tus dudas o problemas 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para enseñarte cosas 7 Calificación promedio: 6.22 Los hijos habían calificado a sus papás. El mío me había puesto seis y sietes (sinceramente creo que me merecía cincos o menos) Me levanté y corrí a la recamará de mi hijo, lo abracé y lloré. Me hubiera gustado poder regresar el tiempo... pero eso era imposible. Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: -“¡Te quiero papito" Cerró sus ojos y se durmió.

¡Despertemos papas! Aprendamos a darle el valor adecuado aquello que es importante en la relación con nuestros hijos, ya que en gran parte, de ella depende el triunfo o fracaso en sus vidas.

¿Te has puesto a pensar que calificaciones te darían hoy tus hijos? Esmérate por sacar buenas calificaciones...

“El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día”

T.P.Poesía

Poesía 

Este trabajo lo hicimos el año pasado para el seminario de literatura Infantil y Juvenil con Agus Castelli,y mis dos hijas Agus y Clara Olmedo.

Se trata de un vídeo realizado con  movie maker,donde quisimos mostrar algunas propuestas para primer grado.
Van a escuchar jitanjaforas,rimas,trabalenguas,poesías,y varios limericks de María Elena Walsh.


miércoles, 31 de octubre de 2012

CURSO DE PRIMEROS AUXILIOS 
(accionar general, botiquín e higiene)





Seleccioné este video porque, como futuras docentes debemos tener en cuenta ciertas normas generales a la hora de asistir a un alumno antes de la llegada de un profesional. 

AGARRATE CARTALINA - EDUCACIÓN

Agarrate Catatalina es una murga Uruguaya liderada por Tabaré Cardozo y Yamandú Cardozo, dos hermanos. En sus shows integran música, teatro y letras de protesta sobre distintos temas como la globalización, el capitalismo.
En este caso comparto una canción que hace una crítica a ciertos rasgos de la escuela tradicional.


Un poco de historia para reflexionar.


Bombardeo a Plaza de Mayo.
 
Seleccioné un video para el  que tiene ganas y se anima pueda reflexionar un poco más acerca de la historia de nuestro país. Y por qué no, trabajarlo en el aula con los chicos.

jueves, 25 de octubre de 2012

Bullying: La ley del más fuerte




Domingo 13 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa
Sociedad

Bullying: 

La ley del más fuerte

Acoso, maltrato entre pares, matonismo: los casos de violencia escolar entre menores no dejan de crecer en el país, muchas veces en silencio, a espaldas de los adultos, y acompañados de un grado de virulencia que, afirman los especialistas, va también en aumento. Por qué, pese a la falta de estadísticas oficiales, se habla de una epidemia y cuál es el costo psicológico para las víctimas
Por Fernanda Sandez  | Para LA NACION
Le tocaron el hombro. Le pasaron un papel. "Morite", decía. Era su segundo día de clases en uno de los colegios más caros y más bilingües de Belgrano. Acababa de llegar de Brasil y todavía estaba mareado por la mudanza, el cambio de idioma, de paisaje, de todo. Por eso, al principio creyó que se trataba de una "cargada" de bienvenida. Después, todo quedó más claro. "Las chicas, sobre todo, lo volvieron loco", dice Julio, su padrino. "Como mi ahijado usa anteojos, le decían "nerd" y se la pasaban mandándole mensajes superagresivos. El es un chico muy tranquilo, muy lector, pero lo tomaron de punto. Nunca entendió por qué", dice. Y tal vez haya dado, sin siquiera sospecharlo, en el corazón oscuro del acoso escolar: nunca hay un porqué. Cualquier excusa sirve: ser gordo o flaco, nuevo o compañero de años, muda, conversadora, bajo o alto. Rubia o pelirrojo. ¿Qué es entonces lo que sí se repite? La asimetría de poder entre víctima y victimario. El silencio. Y -condición necesaria en todo episodio de maltrato escolar- adultos que se fugan de su lugar de adultos. Maestros, profesores y padres que miran para otro lado. Sólo así puede explicarse por qué el acoso escolar es definido por muchos especialistas como una "epidemia silenciosa". Ese fue, de hecho, el título de una nota publicada por este mismo diario seis años atrás. Desde entonces, la escalada de maltrato no ha dejado de crecer y así lo confirman los especialistas y las entidades dedicados al tema.
Bullying Cero Argentina es uno de esos grupos. Ofrece capacitaciones en colegios y charlas abiertas a la comunidad. Su coordinadora, la pediatra Flavia Sinigagliesi, precisa que "si bien el bullying ha existido siempre, ahora la sociedad es mucho más violenta y eso termina repercutiendo en los niños". ¿De qué manera? Todo depende. Hay nenas a las que el "destierro social" al que las someten sus compañeritas de curso no las afecta, a otras, en cambio, las arrasa emocionalmente. Ese es el punto: que nunca se sabe en qué puede terminar el acoso. Según Sinigagliesi, "todo depente de la vulnerabilidad de cada chico y de su capacidad de volver al estado inicial luego de una experiencia traumática".
Para el psicoanalista y especialista en psiquiatría Juan Vasen, por cuyo consultorio desfilan maltratadores y maltratados, la experiencia del acoso es "siempre muy dolorosa. Pensemos que en el proceso de socialización de los chicos, en un momento los pares toman en parte el lugar que antes ocupaban los padres. Pasan a ser figuras muy importantes, y si ese traslado implica una relación despótica, el dolor es tremendo. El rechazo es vivido con la misma intensidad con la que se viviría un rechazo de parte de los padres. La sensación de fracaso es total", alerta.
En los pasillos. En el patio. En los baños. En los juegos. Antes de entrar al colegio o a la salida. Allí donde los adultos no están (o están pero no miran, que es la otra manera de no estar), el bullying nace, crece y florece en carámbanos negros. En moretones como los que le crecían a Paula -morocha, pelo largo, flaquita- cada día que pasaba en lo que ella misma llama su "otra escuela", esa que no tuvo más remedio que dejar hace dos años. Cada veinticuatro horas, una nueva sesión secreta de pellizcos y patadas a cargo de sus encantadoras compañeras de clase la dejaba ronca de bronca y dolor. Terminó cambiándose de escuela, como la mayoría de los protagonistas de las historias recogidas para esta nota.
"El bullying te mata, te suicida o te saca del colegio", resumió con impotencia el padre de una de las víctimas, que pidió reserva de identidad. Belgrano, Flores, Recoleta, Burzaco, Temperley, Aldo Bonzi, Ezeiza. Distintos colegios, edades, barrios y familias enfrentando un mismo problema sobre el que, para variar, las estadísticas locales son casi una quimera. De todos modos, lo poco que se sabe es de lo más tranquilizador. Según el informe ¿Qué dicen los chicos? Datos cuantitativos sobre la violencia en las escuelas , un estudio realizado por el Ministerio de Educación sobre 70.000 alumnos de colegios secundarios privados y estatales, el 8% de los chicos sufrió exclusión, al 12% lo insultaron, a otro 12% le hicieron burlas, al 14% le gritaron y al 32% le rompieron los útiles. Pero como todos esos hechos son considerados "incivilidades" y no "violencia", se concluye que "a partir de los datos obtenidos es posible refutar la creencia de la escuela como un lugar inseguro".
Otro, y muy diverso, es el panorama en el exterior. Sólo en EE.UU., las víctimas de acoso escolar trepan a trece millones, se estima que cerca de 160.000 chicos faltan diariamente a clase por temor a ser molestados y casi la mitad de los estudiantes teme ser "buleado" en el baño. Aun así, la mitad de las situaciones de acoso no se denuncia.
También la Universidad de Yale publicó un trabajo en el que se señala que un niño víctima de acoso escolar multiplica casi por diez sus chances de tener ideas suicidas. Otro mapeo realizado hace dos años en Finlandia asegura que "ser acosado o acosador a los ocho años es un factor de riesgo de trastorno psiquiátrico en la edad adulta" y que "la tasa de suicidio femenino se reduciría en un 10% si se eliminara la victimización escolar de las niñas". Estas son, según se comprobó, quienes tienen más chances de matarse antes de los 25 años cuando han sido acosadas por sus compañeros en la escuela. Y, sin embargo...
El Gran Bonete
Silencio, escuela. Silencio porque "acá estas cosas no pasan. Son peleas de chicos". La sola mención de la palabra "bullying" ("toreo", adoptada en 1993 por Dan Olweus, un investigador noruego, para aludir al maltrato sistemático y continuado entre pares) tiene la extraña capacidad de erizar la piel del cuerpo docente. "Es que cuanto menos se sabe de un tema, más miedo se le tiene. Y si los docentes detectan el tema pero no tienen herramientas para intervenir, prefieren no saber. Por eso lo primero que hay que hacer es capacitar a los docentes e implementar políticas institucionales al respecto", destaca Sinigagliesi.
Damián Melcer es sociólogo y vicerrector de un colegio secundario y, si bien coincide en el diagnóstico, tampoco se hace grandes ilusiones. ¿Por qué? "Porque hoy podemos hablar de bancarrota social. Hay vínculos que se han quebrado para siempre y la escuela no hace más que reflejar ese estado de cosas. Hoy, la clase de vínculo entre las personas que exalta la sociedad es la violencia, la sospecha, la competencia?". Vasen señala, al respecto, el papel nunca inocente de los padres.
"En el caso de un chico que es agresivo, esto casi siempre viene fomentado desde la familia. Son chicos criados en contextos en donde se promueven el exitismo, la competencia, todo esto de ser «líder» al precio que sea. Pero ¿cuáles son los atributos de ese liderazgo? ¿El hijo es un líder o es un jodido?", se pregunta. Tal vez por cuestiones como ésas, señala Melcer, "si bien el hostigamiento escolar no es nuevo, hoy se da una agresividad extrema que sí lo es. Hay armas de fuego, suicidios, de todo. Ya no sólo se da una situación violenta, sino que su resolución también lo es".
O no. En un episodio sucedido en la escuela media donde Melcer es vicerrector, un chico había hecho un video burlón sobre otro. Pero las cosas decantaron bien. ¿Por qué? Porque se habló del tema. Y porque hubo adultos escuchando. "El chico vino, se quejó y llamamos al del video. Hablamos y le pedimos al agresor que hiciera otro video, sobre el tema de la violencia escolar. Le mostramos que el recurso se podía usar de otra manera. Cuando el adulto da garantías de que interviene y construye justicia, recupera su lugar como referente. La escuela tiene que aparecer garantizando la justicia que la vida real al damnificado no le da", afirma.
El silencio
No hay maltrato sin testigos. Sin eso que los sajones llaman by standers : los que se paran a un lado y observan la acción. Sin intervenir, pero sabiendo."Lo que pasa es que a veces en los chicos el temor es pasar de testigos a víctimas del bullying, y por eso se callan", apunta la psicoanalista Sara Arbiser, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especializada en adolescencia. "Que esos chicos se animen a hablar, y que los adultos los escuchen y actúen en consecuencia es lo que hace toda la diferencia", explica. "En Estados Unidos, por ejemplo, vi cómo ante un caso así a los chicos se los reunía y se los ponía a hablar. Aquí rara vez se toma la palabra y por eso estas cosas arrancan en jardín y se las deja crecer de año en año. Al final, la violencia es imparable." Pero ¿cómo no entender el silencio cuando el estigma del "delator" es sacudido por algunos adultos sobre la cabeza del chico que se anima a contar? ¿Cuándo los chicos toman conciencia de que sus voces no cuentan? "El docente suele subestimar lo que dice el nene agredido. Por eso, al final, las víctimas optan por no denunciar. Saben que no van a ser creídos y que nadie intervendrá en su defensa", concluye.
Eso -el silencio asesino- fue algo que Jesús Campo descubrió del peor de los modos. Fue hace exactamente un año, cuando lo llamaron del hospital donde su hija Celeste, de diez años, acababa de ser internada. Con fractura de cráneo. Con tres coágulos en la cabeza y muchos, demasiados golpes en todo el cuerpo. "Un compañerito de la misma edad que siempre la molestaba y que ya había sido expulsado de otros colegios la tiró por la escalera. Celeste cayó cuatro metros. Estuvo diecisiete días internada, le hicieron dos operaciones. Está viva de milagro", dice. El video que Jesús armó como pudo y colgó en YouTube cuenta lo demás. Noemí, la mamá de Celeste, cuenta lo que no está en ningún lado. Por ejemplo, que hoy Celeste, tan coqueta como era, debe ir por la vida "con un casco como el de los skaters, porque todavía el hueso no está bien. Tuvimos que cambiarla de escuela, tiene que ir en remise. Perdió casi el 50% de la visión del ojo derecho. Se cansa, se marea, nunca más volvió a patinar ni a hacer gimnasia. Es otra nena", dice. Silencio.
Los rotos
El video todavía da vueltas por Internet. Lo grabaron con un celular. Muestra un nene flaquito enfrentando a un compañero dolmen que le lleva dos cabezas y veinte kilos de ventaja. David amaga a tirar un par de piñas. Acto seguido, Goliat lo levanta, lo pone cabeza abajo y lo estrella contra el piso. El video no tiene audio ni fin: una y mil veces, la espalda vuelve a dar contra el cemento. Huesos rotos. "Cosas de chicos."
Chicos como Víctor Feletto, otro que también era menudito y prefería estudiar. "En la última prueba de matemática se había sacado diez", cuenta su abuelo José. "Era agradecido, muy responsable". Pero, ay, no le gustaba el fútbol. No al menos como se lo hacían jugar en su escuela de Temperley: rodeado de chicos cuatro años mayores que se divertían empujándolo y pateándolo. Un día, le golpearon un hombro; otro día, le golpearon el que faltaba. Terminó en el hospital Gandulfo, con hematomas y enorme dolor. "El no quería ir más, lo trataban peor que a un esclavo. Era tanta la angustia que tenía? La mamá habló con la directora, pero él se asustó porque ella dijo que si no hacía gimnasia podía perder el año." Perdió otra cosa: el 4 de abril, al volver de otra sesión de insultos y patadas, fue al cuarto de sus abuelos, tomó la pistola de José y apretó el gatillo.
Cosas de chicos. De chicos como cosas.

HUELLAS VISIBLES DEL ACOSO ESCOLAR

  • Negativa a asistir a clase.
  • Golpes y moretones.
  • Tristeza.
  • Pérdida de objetos.
  • Pérdida del dinero que le dieron para el recreo.
  • Decaimiento, pesadillas, ansiedad, nerviosismo.
  • Síndrome del domingo a la tarde.
  • Cefalea, dolores intestinales.
Fuente: Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico (CIDEP)

miércoles, 24 de octubre de 2012